Por lo menos el 20% de los bebés nacen con el conducto
lagrimal obstruido ya sea de uno o de ambos ojos, lo que puede ocasionar síntomas
similares a los de una conjuntivitis y es allí donde habría que prestar la
mayor atención. Debido a que el conducto lagrimal esta obstruido tendemos a
limpiar con mayor frecuencia los ojitos del bebé y debemos de tener la mayor atención
y cuidado al hacerlo, nuestras manos deben estar perfectamente limpias al igual
que el pañal que vayamos a utilizar porque podemos infectar el ojito del bebé
con alguna bacteria y provocar una infección.
Que debes hacer:
Aunque es muy común en los bebés y suele
destaparse por si solo lo primero que debes hacer es llevar a tu bebe al médico
para descartar que pueda tener una infección, si no te recomendará hacerle
masajes, pero si al cabo de los seis meses de tu bebé continua con el conducto
obstruido puede que te recomienden una cirugía o bien hasta cumplidos los 12
meses.
Si tu bebé tiene el conducto lagrimal
obstruido realízale por lo menos teres veces al día un masaje para destapar la
membrana que impide la lágrima pase. Esto lo debes hacer con tu dedo muy limpio
presionando no por más de 1 segundo, la presión debe ser fuerte pero sin
lastimar al bebé hasta que completes 10 segundos por sesión.
Te dejare un video que muestra la forma de
realizar el masaje.
Si después de los seis meses aun notas el
canal obstruido lleva a tu bebé a un oftalmólogo pediatra para que lo revise.
Como mencione al principio esto es muy común en
los bebés y no es algo para que te alarme generalmente suele destaparse solo y
si no se realiza masajes para ayudar y en casos en que esto no es suficiente se
realiza una pequeña cirugía.
La importancia si es estar pendiente que tu bebé
no tenga una infección, y ser cuidadosa en cuanto a la limpieza de tus manos y
de los trapitos con los que limpies los ojitos del bebé. Cuando haya una infección
presente notaras la secreción de un tono amarillento verdoso. Limpia los ojitos
de tu bebé con una bolita de algodón y un poco de solución salina del extremo interno hacia la nariz utiliza un algodón
distinto para cada ojo y para cada vez que limpies los ojitos. Si sigues
notando al pasar los días estas secreciones lleva a tu bebé al oftalmólogo que
te recetara unas gotas para tratar la infección.
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